Con
esta entrada quiero iniciar una serie de notas acerca de la manipulación y
errores que se producen alrededor de la lengua leonesa. El motivo no es otro
que el poner un freno ante determinados discursos, afirmaciones repetidas sin
contrastar o errores de bulto que se dicen al hablar de un tema al que muchos
quieren acercase, pero por falta de fuentes, se impide un mayor conocimiento.
Para
abrir la espita, comenzaré con un tema interesante: voy a explicar en qué
consiste eso de la ï, un uso gráfico que ha recibido múltiples críticas, por
otra parte bastante sectorizadas, y que no tienen fundamento salvo cuestiones
ideológicas. Lo voy a hacer del modo más sencillo posible. No espero convencer
a nadie de nada, pero sí dar una serie de argumentos para quienes optan por un
modelo ortográfico leonés que es foco de críticas, mofas y hasta insultos.
¿Qué es la ï?
La
lengua leonesa tiene unas características fonéticas propias y que la
diferencian de las lenguas convecinas. Una de ellas es la tendencia al cerramiento
vocálico de las vocales medias o semiabiertas (e, o) para derivar en vocales
altas (i, u). Por eso a veces es difícil determinar, salvo haciendo una
analítica mediante un fonograma en laboratorio (o con un oído muy bien
entrenado) si una persona dice "decire" o "dicire". Con
cerramiento nos referimos a cómo abrimos o cerramos la boca para pronunciar las
vocales. Gráficamente, lo vemos recogido en el triángulo vocálico clásico que
es válido tanto para el español como para el leonés al tener las mismas vocales
fonéticas:
La
diéresis es un signo ortográfico internacional, igual que la tilde, que nos
indica el refuerzo en la pronunciación de la letra sobre la que se establece y
su separación respecto a otra u otras vocales vecinas. Puede recaer en cualquier
vocal y es comúnmente utilizado en varias lenguas latinas, desde el español
hasta el francés, pasando por el gallego, aragonés o catalán, y en otras como
alemán y neerlandés. En español se hace sobre la u para indicar que se debe
pronunciar dicha vocal cuando la regla general nos dice que es muda:
cigÜeña, vergÜenza, etc. En español también se aplicó en la vocal i en la
literatura española dentro de la poesía para reforzar las métricas,
particularmente en la época denominada del Siglo de Oro, pero nunca ha sido
considerada a efectos oficiales por la RAE.
¿Y
en leonés? La ï se aplica cuando esta vocal es átona (no recae
sobre ella el acento de la palabra) y está al lado de una semiabierta o
abierta. Entre ambas se pronuncian dos sílabas diferentes (hiato), que en otras
condiciones serían diptongo, pero tal hiato no se puede marcar con un acento
gráfico. La palabra prototipo sería llïonés: la i no es tónica y
está al lado de una vocal semiabierta (o), que tampoco es tónica. La vocal
tónica es la e, que está en posición final de palabra y se acentúa
gráficamente. Si lo dividimos en sílabas obtenemos llï-o-nés, tres sílabas.
Podríamos marcar esa ruptura con una tilde, como en la palabra día (dí-a), pero
ya está con tilde la e, por ello la solución gráfica que nos queda es la
diéresis.
Otro
ejemplo: rïalidá. De nuevo nos encontramos con un hiato, y ante
la imposibilidad de marcarlo con una tilde que ya está usada en la a final,
utilizamos la diéresis. Con lo anterior, se entiende mejor que se escriba Llión
y no Llïón*, pues la tilde ya nos marca esas dos sílabas y es innecesaria la
diéresis.
El origen y crítica de su aplicación
en la lengua leonesa
Un
signo ortográfico de amplio uso no solo en las lenguas latinas sino de otras familias,
ha recibido un montón de críticas, sin embargo, ninguna se ha sabido plasmar en
una respuesta clara y contundente al respecto de por qué no usar la ï. Todos
los argumentos giran sobre la afirmación de que es una grafía que impuso
en su momento Conceyu Xoven, y los que rechazan las acciones o filiación a su
ideología, optan por no usarlo. Eso es una verdad muy a medias.
La
historia fue así: aproximadamente era un mes de abril o mayo de 1998, recuerdo
el momento porque acababa de salir de prácticas de campo de la escuela de
ingeniería agraria. Recibo una llamada para acudir a una reunión en un despacho
de UPL en el ayuntamiento de León para tratar un tema de leonés importante.
Tiempo atrás habíamos hablado y debatido internamente sobre qué hacer con el
problema del cerramiento vocálico tan frecuente en el leonés. También por esa
época se decidió deshacerse de la denominación de León en asturiano, Lleón,
que hasta entonces se tenía por válida, y optar por la de Llión. Tal
topónimo se justificaba tanto en lo escrito (Cuentos en dialecto leonés, p.ej.)
como en las recogidas orales de las que disponíamos, además de ser ejemplo
prototípico del cerramiento vocálico que veíamos antes. Por ello había que
darle una solución gráfica a un fenómeno que se producía en bastantes más
palabras.
En
la reunión estábamos Abel Pardo, por entonces concejal de UPL, Xosepe Vega, que
era el presidente de Facendera Pola Llingua, y un servidor. Fue Xosepe Vega
quien nos presentó esta propuesta, más o menos explicada como lo hago
anteriormente. Incluso justificó su uso histórico por parte de un autor de
lengua asturiana llamado Padre Galo. A todos nos pareció lógico y coherente. De
aquella reunión salió la decisión de eliminar de una vez la designación de Lleón.
Esta pegatina, que en aquella reunión llevaba en mi carpeta, fue la última con
el término "lleonés" (1998). Recuerdo que dije en bromas: "pues
habrá que cambiar todas".
Conceyu
Xoven, que por entonces era la organización política juvenil más importante del
País Leonés, empezó a utilizar los términos País Llïonés y Llingua
Llïonesa en todos y cada uno de sus actos, folletos, difusiones y cualquier
medio de presencia social. Y caló con muchísima fuerza.
La grafía, chocante por su innovación en ojos acostumbrados a lo español, generó
enseguida entre los sectores opositores al leonesismo el símil identificativo
de que la ï era "un invento de los de Conceyu". Por una parte estaban los que
eran contrarios a todo lo que se refiriera al leonesismo y más en lo lingüístico,
pero fueron los menos, a fin de cuentas su problema no era una grafía sino el
conjunto en sí. El frente más preocupante llegó de los que ayer, como hoy, se
han opuesto a un proceso de normalización de la lengua leonesa frente a una
dependencia y asimilación hacia Asturias. Estoy hablando de los últimos años de
los 90, y por entonces nuestra relación con los colectivos asturianos era de
contacto pero sin enfrentamientos, lo cierto es que se nos llamaba para hacer
entrevistas y explicábamos claramente nuestros objetivos, siendo apoyados en
ello.
La propia Academia de la Llingua Asturiana reconocía por escrito que leonés y asturiano (aquí lo denominan bable) eran "muy similar al romance norteño que hoy se conserva", que no lo mismo.
Todo era un camino de rosas, hasta que llegó el uso de la ï y las acciones de promoción de la lengua leonesa. Lo que dijeran u opinaran en Asturias (que fue desde donde nació todo el movimiento opositor), de primera mano lo desconozco aunque lo intuyo, porque breve tiempo después apareció Xosepe Vega diciendo que eso de la diéresis era "un grave error", sin dar razón alguna en concreto, y que había que rechazarlo de plano; ante la insistencia pidiendo explicaciones, dejó entrever que había recibido mensajes desde Oviedo.
La
decisión de seguir con la ï se motivó en dos aspectos: el primero por lo
rapidísimamente que fue asumida por la gran mayoría de gentes en favor de la
lengua leonesa, y la otra es que era un signo ortográfico coherente, válido
internacionalmente, que respondía a una necesidad de la lengua leonesa.
El mundo académico: José Ramón Morala
Avanzaron
los años y la consolidación de la ï era incuestionable. El desconocimiento de
su origen y uso real motivó su proliferación gráfica a veces de modo
innecesario, pero es algo natural ante una lengua que incluso hoy carece de
regulación alguna. Por el otro lado, la crítica se agarró a un único argumento, la vinculación ideológica con Conceyu Xoven y sus organizaciones
satélites, añadiéndose como coletilla un montón de supuestos errores, palabras
mal usadas, expresiones, castellanismos... en cualquier otro ámbito y
circunstancia se entenderían como un proceso natural de recuperación
idiomática, pero no aquí. No había crítica sana, ni siquiera intento de apuntar defectos. El
punto cumbre llegó con el libro Cuentos del Sil (2006), una recopilación de
cuentos escritos por gentes de zonas de la cuenca del Sil, incluyendo nombres
como Roberto González-Quevedo o Eva González. La polémica no fue el libro en
sí, sino que aparecieran los nombres anteriores, lo cual fue interpretado por
los sectores más extremistas como una aceptación de estas propuestas
gramaticales, hecho que tampoco era cierto.
A
todo eso sumar que Abel Pardo era nombrado de nuevo concejal y se hacía con una
concejalía de nuevo cuño: cultura leonesa, desde la que lanzó el mayor programa
de difusión y fomento de la lengua leonesa hecho hasta la fecha. El punto de no
retorno era evidente. La ï era solo una excusa, lo fundamental era mantener una
línea de unidad con Asturias en todos los aspectos, y con esa grafía se abría
una brecha. Porque lo importante, repito, no era rebatir una grafía, sino
impedir cualquier intento de abrir una línea de desarrollo propio para la
lengua leonesa.
Interesante
fue ver la actitud del mundo académico leonés, única voz que quedaba por
hablar: el doctor José Ramón Morala es una autoridad en cuanto al conocimiento
de la lengua leonesa en su vertiente medieval, conoce como nadie toda la
documentación escrita durante el Reino de León y estaría en condiciones plenas,
a día de hoy, de plantear una norma cortesana del leonés. Morala ya había hecho otro
congreso en 2006 acerca del centenario de la publicación de la obra de Pidal
"El dialecto leonés", pero en esta ocasión quiso hacerlo
específicamente para hablar sobre su normalización. Todas las conferencias,
conclusiones y trabajos se recogieron en el libro publicado en el 2009: El
leonés en el siglo XXI (un romance milenario ante el reto de su normalización).
Hay
una ponencia escrita por Morala y Egido, aunque se intuye mayor autoría de la
primera mano. Las conclusiones de esa ponencia son, a mi juicio, sorprendentes.
Se tilda de "leonés institucional", témino que se reconoce como
"exagerado" (pag. 213) a lo que se elaboraba desde la Concejalía de
Cultura Leonesa. El seguimiento que hizo de todo texto escrito fue meticuloso
hasta el punto de recoger actualizaciones y reediciones de textos web cambiados
de un día para otro. Llama la atención la subjetividad en el juicio a la hora
de evaluar a los diferentes autores de Cuentos del Sil, pasando muy de
puntillas o directamente obviando unos pero cebándose en críticas hacia
otros. Todo esto ya nos advierte que no estamos ante un juicio imparcial sino
más bien ante una sucesión de filtros subjetivos aplicados con más o menos
fortuna. Centrándonos el tema de la ï, se dice al respecto:
"se ha optado por una grafía, a todas luces extraña en la tradición gráfica hispánica, como es la diéresis sobre el elemento cerrado del hiato o diptongo (pïor, rïalidá, rïalizada, llïonés...) que, en páginas que responden a un determinado concepto de leonés, se han convertido en norma poco menos que insoslayable, hasta el punto de que es una de las marcas que mejor permiten identificar a los autores que siguen este modelo que venimos llamando institucional". (Página 234)
Morala
y Egido repiten el mismo mantra del elemento identificativo (lo subrayado del texto), cayendo otra vez en el tópico de la identificación con
colectivos políticos. En todo el libro no hay nada más. Cualquiera que
lea el párrafo entenderá que, aparte de esas vinculaciones, que debían de ser
poco menos que constitutivas de delitos penales de lesa humanidad, la crítica
netamente filológica es que es algo ajeno a la tradición gráfica hispánica
¿Por qué es insoslayable? ¿Razones? Todo lo contrario sucede con el análisis de
léxico, gramática y evoluciones desde el latín que se analizan profusamente.
Incluso se ven con buenos ojos lo de eliminar la u de la "gu" (pag.
233). Más sorprendente es que no haga crítica alguna a determinadas grafías de
la Academia de la Llingua Asturiana (pag. 217), tan inventadas, poco afines a
la tradición gráfica hispánica, y ajenas a los hablantes de leonés como la
grafía ḷḷ (o l.l) para el pachuezu, frente a la práctica totalidad de leoneses
que escriben en pachuezu usando la grafía ts para dicho sonido, incluso en la
rotulación callejera de Vitsablinu.
La respuesta mediática: Emilio Gancedo
La
prensa leonesa nunca ha sido amiga de lo leonés. En Diario de León (8 de mayo de 2009), nos
encontramos con un artículo firmado por Emilio Gancedo al respecto de dicho congreso
universitario:
La
noticia es un titular muy brillante pero falso, ninguna de esas terribles
conclusiones aparece reflejado en el libro. Hasta el tratamiento de la noticia
es bastante diferente a como se hizo en las jornadas previas. El periodista bien
pudo recoger que Morala y Egido enjuiciaron con dureza algunos textos escritos en leonés
del propio Diario de León (página 232). Aunque admitiéramos como críticas el
artículo de ambos profesores, deben entenderse como posiciones personales y no
de toda una institución. Pero la gente solo leyó el titular que a fin cuentas,
era el objetivo final.
Respuestas ulteriores: Héctor García Gil
Nos
queda el elemento de los opositores a esa grafía del, digamos, mundo cultural
(por denominarlo de algún modo). Ejemplos podría poner unos cuantos, pero el mejor exponente es el de Héctor García Gil, que en 2009
decidió redactar un trabajo que denominó La deturpación de la llingua en
Cuentos del Sil. El "llïonés" cumo artefactu políticu ya identitariu.
Tal trabajo, del que tengo la suerte de conservar el documento escrito, se leyó
en unas jornadas culturales en Asturias llamadas L'Arribada, celebradas tras la
publicación del libro de Morala. El título, cuanto menos sorprende viniendo de
una persona que comenzó siendo coordinadore d'esteriores en Conceyu
Xoven (así figuraba en el organigrama de dicha organización), que tuvo carnet
de UPL y que se ha presentado en listas electorales de partidos del
nacionalismo asturiano. Más trayectoria política imposible.
Ese
trabajo, o así lo dijo en varios círculos próximos, iba a ser editado en el
Lletres Asturianes, una publicación de la ALLA. Extraña que de una persona
licenciada en Filología Hispánica y Lingüística, habiendo sido docente en la
propia ULE, y estrecho colaborador en varios textos de la ALLA, tal artículo no
aparezca por ninguna parte, y eso me hace pensar, incluso si no lo hubiera
leído, que estamos ante un producto de autoconsumo para determinados círculos.
Ciñéndonos a lo estrictamente lingüístico, en todo el documento, lo que García
Gil dice al respecto de la ï es esto (pág. 8):
El resto del texto se divide entre buscar fallos ortográficos y gramaticales, solo entre unos textos (siempre según autores a conveniencia) y realizar un descargo de por qué todo es una manipulación política y que responde a intereses espúreos. Volvemos a lo mismo: no hay críticas ni argumentos salvo visiones políticas y personales de quien fuera militante de la organización que critica.Usu de la diéresis sobre i nas xunturas vocálicas: ea, eo, ....> ïa, ïo, pa representar un soníu inexistente en castel.lanu (sic): rïalidá, llïonés, pïor,...
Llión / Llïonés vs. Llión / Llionés
Gracias
a esa falsa creencia y a una buena campaña mediática de descrédito, ha cuajado
la convicción de que "llionés" está bien escrito, lo mismo que Llión.
En cierta ocasión me encontré con el prototipo de opositor a esta grafía que
repetía tópicos. Le indiqué esta división silábica. Aunque en otros casos lo
más que me han dado de respuesta es el eco de lo anterior, este en concreto intentó darme una
explicación más surrealista: que eso era innecesario porque Llión era
monosilábico. Analicemos esta última respuesta: Llión sería monosilábico, pero innecesariamente se acentúa ¿Y llionés? siguiendo la lógica anterior, tendríamos que decir que tiene dos sílabas, llio-nés. Pero pronunciarlo tal cual es muy difícil, me atrevo a decir que imposible, salvo que en vez de pronunciar la ll- /ʎ/ se haga una y- /ʝ/, esto es, un yeísmo muy típicamente hispánico y muy ajeno a la lengua leonesa. Quien no sepa lo que es el yeísmo le invito a leer el artículo de la RAE al respecto.
http://lema.rae.es/dpd/?key=ye%C3%ADsmo
Suena parecido, pero no es lo mismo. La solución a este problema: la ï.
Suena parecido, pero no es lo mismo. La solución a este problema: la ï.
El
desconocimiento, más bien inercia ideológica, hay que trasladarlo a una
amalgama de asociaciones y colectivos que dicen defender el leonés (que no la
lengua leonesa) y que algunas tienen en su cartera a expertos y filólogos. Por
desgracia, repito una vez más, no estamos realmente ante un debate ortográfico
ni lingüístico, sino ante el ejercicio de las ideologías personales y la no
vinculación con grupos determinados, aunque para ello se demuestre ignorancia
en reglas básicas.
El leonés es una lengua independiente del español
El
leonés es una lengua independiente del español. Por lo tanto, puede y debe
presentar una gramática y ortografía propia e independiente de esa tradición
hispánica (correctamente hay que llamarla castellana) que invoca el doctor
Morala. Ya se ha hecho en Asturias con su lengua al crear los dígrafos para el
pachuezu y para los fenómenos de aspiración semejantes a la j castellana. El
mirandés, la otra lengua del grupo lingüístico leonés, ha adoptado las grafías
portuguesas en su gramática, amén de otras soluciones gráficas de las que
podría cuestionar su ideoneidad. No se oye a nadie criticando las acciones de
separación del mirandés del resto de las lenguas del grupo, que le han valido
algo tan vital e importante como tener un código internacional de
reconocimiento y clasificación lingüística (ISO 639-2 MWL), diferenciado del
asturiano (ISO 639-2 AST), y del leonés (que no tiene propio).
Algunos
creemos que se puede hacer una gramática propia, sin mirar constantemente ni a
Asturias ni a Madrid, que quizás se pueda seguir una tradición gráfica asumida
socialmente, o tomar un camino radicalmente diferente, pero siempre de modo
independiente. En el otro lado de la balanza se exponen los colectivos y críticos
que ahora quieren hacerse más visibles, gastan esfuerzos y energías en
establecer toda clase de vínculos y enlaces para hacer de la lengua leonesa una
versión de la lengua asturiana, generando una gramática con grandes
incoherencias y a la vez contraria en algunos aspectos de su realidad. No quieren, ni pueden dada su sumisión a los dictados desde la ALLA, tocar el tema de los acentos, buen principio para quienes se han mostrado radicalmente contrarios al uso de la ï. Por contra, afirman
sacar manuales gramaticales (que no gramáticas) de leonés (que no de lengua
leonesa), que ante una analítica somera se aprecia que es asturiano muy poco maquillado.
El
resultado de esta involución, retroceso diría yo, es palpable: la lengua
leonesa es la única que carece de un código internacional de catalogación de
lenguas. Es más, cualquier obra
escrita en leonés o que hable del leonés, se etiquetará con el código
asturiano, pues bajo el ISO 639-2 AST se engloban asturiano, astur-leonés,
bable y leonés, pero no mirandés.
Paradójicamente,
estos colectivos y críticos protestan ante el Procurador del Común pidiendo que se cumpla
el artículo 5 de un estatuto de autonomía donde dice se dice leonés (que no la
lengua leonesa, y contrastemos con el término lengua gallega que aparece en el
mismo artículo). Pero no trabajan para lograr ese ISO propio, verdadero referente
internacional. No lo hacen porque no están a favor.
¿Nos gustaría un
reconocimiento real por parte de todas las instituciones internacionales? Pues
para eso, y para cualquier otra cosa, la lengua leonesa tiene que estar dentro
de la catalogación internacional. Es una pena que algunos leoneses hinchen el
pecho diciendo que luchan y trabajan por la cultura leonesa, y sean capaces de
hacer una labor tan contraria.
Bajo mi punto de vista,un excelente artículo bien argumentado, documentado y lógico, pulcro en su exposición crítica. Por ello,no puedo ocultar mi deseo de que éste artículo sea uno más de otros muchos.Gracias.
ResponderEliminarMuchas gracias.
EliminarArtículo con acertadísimas afirmaciones, y que merece ser tomado muy en cuenta, no tanto en el sentido de la ortografía o la gramática, que también, sino, y sobre todo, en la de la lingüística.
ResponderEliminarSea como sea, el problema actual es quizá un inmovilismo, que sin debates y sin otros actos, deja al leonés muy mal parado. Y quizá debería de plantearse realizar debates abiertos, sin ningún tipo de cerrazones, pero siempre y sobre todo bajo la premisa, que aparece en este artículo de un leonés independiente, sin manipulaciones externas, ni de personajes vendidos a administraciones u otras instituciones foráneas.
Felicidades Héctor, me ha gustado mucho.
Gracias por tu comentario. Habrá más temas por abordar.
EliminarNo he entendido lo del yeísmo. ¿Podría ser más explícito? Gracias.
ResponderEliminarEl yeísmo es confundir en la pronunciación lo que gráficamente escribimos como ll-, pronunciándolo como si fuera una y-. Es típico en la fonología española el ejemplo de pollo / poyo. O en el caso de tu nick, entre androya y androlla.
EliminarGracias. Sé lo que es el yeísmo. Me refería a que no he entendido la relación entre el yeísmo y la pronunciación bisílaba o no de "llïonés".
ResponderEliminar(perdón que m'entrometa pero, la cousa yía porque si sos yeísta y amás la prenuncias bisílava dirás más bien "Yonés" ou "Yunés" [ju'nes] que "Llïonés" [λio'nes] |lli-o-nés|. Pienso que vai por ende la cousa...)
EliminarEsti thema ye una entelechia como el sexu de los ánxheles. Problema, quiçá, d'una mentalidá hispanocéntrica. Avulta-mi que se pon como referencia principal el castelhano, quando la primeira referencia debía ser el lhatin, & los outros idiomas d'Europa Ocidental como referencies secundaries.
ResponderEliminar-Una de les característiques fundamentales de la fala ye la vocalidá átones, & nesti casu E=I, nun tien valor distinctivu. Si se garra esto como axioma, & el lhatin como marcu referencia, intos:
- Fonte lhatina: LEGIO >
- La E ye átona & passa a la palabra lheonesa. Intos deixamus-la E>
- Esto da LHEON. En siendo esta E átona, como explicado anteriormente, ergo ye a realizase E o I indistintamente, colo qual tenemus ya codificau esti casu par toles variantes.
-Ganamus en economía de diacríticos ( per-importante ) & damus clareza morfemática. & el sexu de los ánxheles, quedou determinau :-D
ResponderEliminarBon artículu Héctor, y mui buona esplicación de la ï!
Pero nun pueu passar por altu una cousina: Na afirmación del tou testu so la filiación ou unidá del idioma na que dizes en referencia a palabras de l'ALLA que...
*La propia Academia de la Llingua Asturiana reconocía por escrito que leonés y asturiano (aquí lo denominan bable) eran "muy similar al romance norteño que hoy se conserva", que no lo mismo*
Pero nu mesmu testu conu que allumas la relación que teníades cona ALLA Abel Uxeniu Pardu dixo:
*Una cosa que tenemos mui clara ye que llioneses y asturianos falamos la mesma llingua*
En quei quedamos?
Y faigo la pergunta con concencia de que'l llïonés ocidental tien una gramática con grandes diferencias de las variantes centrales y orientales (de las que en Llión dalgu tenemos onque sía numás La Media y Valdelugueros nos argüeyos, y com afinidá a lu ocidental y siendo l'Altu Bernesga transición central-ocidental, y Sayambre más dalgu por Valdión y Valdeburón con restos por tóla Montaña Oriental, del llïonés oriental)... Son entós llïonés y asturianu duas llinguas estremadas?
En sen de diassistemas ou más bien serían dous estándares estremaos, duas variantes, del mesmu idioma?
Cúmu lu esplicarías?
Gracias.
Y el procesu d'eliminación de la diéresis nas u nas sílabas güe güi con diptongu y la consecuente eliminación de las U nas sílabas /ge/ /gi/ escritas con un criteriu más fonetista q'etimolóxicu cuándu xurdíu? Porque tengo vistos documentos de Conceyu Xóven anteriores a 2006 y a cuentos del Sil nos cumu la Declaración de Mallorca de 2002 onde tovía nun la usais y en 2006 el documentu de petición d'Oficialidá trai escritu "guei" nu que enantias yera "güei" pero si que pon llingüistas y llingüística con diéresis y el verbu siguire sal con U unas vezes y outras salen formas cumu "sige" y "sigir" nu mesmu documentu. Cuándu foi que se fizo y por cual razón? (sei que Melchor Rodríguez Cósmen faz estu mesmu y lleí que'l Padre Galo tamién onque nunca lleí un poema de sou escritu asina...
ResponderEliminarPeru refiérume a la dicisión vuesa dende Conceyu Xóven o dende El Fueyu que sería yá l'asesoría llingüística d'entoncias.