julio 23, 2018

La Cátedra de Estudios Leoneses y la lengua leonesa

La recién creada Cátedra de Estudios Leoneses ha iniciado su andadura con un ciclo de conferencias sobre cuestiones de la cultura leonesa. A nadie se le escapa que esa "cátedra", dirigida por quien lo está, aparentaba estar focalizada hacia la cuestión del leonés. Y lo cierto es que la actividad que más eco periodístico ha logrado hasta el momento es precisamente una que no estuvo dentro de su ciclo de conferencias propio, sino que fue un curso más de verano junto a otros de la ULE. Me refiero al de La lengua leonesa en la sociedad actual.
Fuente: unileon.es
Con amplia presencia mediática el día de su presentación, gracias a la asistencia del consejero de educación Fernando Rey Martínez, del concejal de educación del ayuntamiento leonés y hasta incluso del procurador de UPL Luis Mariano Santos, su impacto pareció ser más mediático y periodístico que real habida cuenta que los asistentes no cubrieron la totalidad de plazas ofertadas. Además, es la primera vez que la ULE hace un acto donde oficialmente se dice "lengua" para referirse al leonés.
Fuente: ileon.com
Esto ya era señal de que la cosa caminaba por derroteros más de imagen y propaganda política que de actos culturales y científicos, pues en ni una sola de las conferencias hechas por esta Cátedra, e impartida por nombres de sobrado prestigio, acudió cargo alguno desde Valladolid. El consejero de educación se encargó de dar el gran titular que requería el tema: "Rey garantiza para el leonés un reconocimiento universitario del máximo nivel". Para luego decir: "no soy partidario de un bilingüismo leonés, mi opción es que sea inglés, francés, alemán o chino". El colofón a estas palabras nos llegó del director de la cátedra, José Ramón Morala, quien hizo la siguiente descripción: "este curso se orienta con planteamientos filológicos, lingüísticos y académicos, hay un avance de estudios literarios, el estatuto legal de la lengua leonesa y la propuesta de talleres didácticos".

Quiero en esta ocasión aportar una nueva visión y lectura a unas palabras acompañadas de unos hechos que, por lo menos espero inviten a la reflexión.

CARGOS POLÍTICOS SIN FORMACIÓN EN LA MATERIA
La junta ha aplicado un principio básico de anulación de una identidad, atacar su raíz cultural. Lo leonés tiene una base muy grande sustentada en su lengua. Toda maniobra que oculte, impida o niegue tal hecho, si no tiene una respuesta por parte de los afectados, conlleva a su anulación y posteriormente a su destrucción. Ha quedado muy patente la gran torpeza del gobierno vallisoletano que no ha sabido conjugar su tan cacareada unidad en la diversidad de castellanos y leoneses, y sí en exaltar al grado del paroxismo lo castellano frente a lo leonés.
Fuente: unileon.es
Lo que sorprende es que estas decisiones son tomadas por gentes que no se cortan ni un pelo en mostrar el grave desconocimiento en la materia. En nuestro caso, Fernando Rey (abogado) ignora qué es el bilingüismo, concepto que no se aplica a modelos educativos (tema del que también habría que ver en qué consiste realmente y sus resultados docentes finales), sino a modelos legales acerca de las lenguas de uso en la comunicación de las administraciones públicas. Incluso se atreve a compararlo con el asturiano diciendo que para nada quiere algo como lo que se plantea en la comunidad vecina. El rizo del rizo lo tenemos cuando además garantiza un reconocimiento universitario al más alto nivel, que no sería otro que el desarrollo de una titulación propia, incluyendo investigación y publicaciones, algo que ni siquiera se ha logrado en la Asturias que usa para la comparación. 

Hasta reconoció el principal problema de partida, que no hay docencia para profesorado en la materia: "Actualmente en nuestras aulas de primaria, secundaria o bachillerato no puede haber ningún profesor que carezca de un título universitario que avale las asignaturas que imparte, el problema del leonés tiene que ver con que no hay grado de leonés ni posgrado, solo cursos de pocas horas que no habilitan para la enseñanza".

CURSO CON NIVEL INADECUADO
Exceptuando la presentación del libro de Gonzalo Francisco Sánchez, El habla de la Sierra de Francia, o la recopilación de José Ignacio Pérez Pascual sobre la presencia de lo leonés en los trabajos filológicos (aportando algún dato interesante), el resto de ponencias eran volver a repetir hasta el cansancio lo mismo que llevan haciendo por años, tanto en temas como argumentos. La prueba de que el curso no era más que un trámite administrativo para cumplir con exigencias políticas y acallar voces, es que el propio director de la cátedra hizo una ponencia titulada Recorrido por el leonés urbano y comercial. En esencia, y ampliando con algún dato a mayores, se resumió en recopilar nombres de calles en leonés y hacer una disertación sobre su origen y significado. Es decir, lo que tiene colgado desde hace muchos años en su página personal: http://jrmorala.unileon.es/callejero/index.html

Bien pudo aportar información y conclusiones muchísimo más interesantes dada su amplia formación en el leonés medieval y la evolución del español en el Siglo de Oro. Sobre todo cuando muestra un giro más interesante en otro curso de verano sobre cultura agraria, titulada Toponimia y lengua: caminando de este a oeste por la provincia de León, aunque intuyo que no era sino por no pisar la intervención de Fernando Álvarez-Balbuena, otro de los ponentes.

El bajo nivel se rubrica en la circunstancia de que no cuenta con el respaldo de absolutamente ninguna institución pública o privada, ni siquiera de departamentos universitarios. Comparemos los dos cursos en los que participó Morala Rodríguez y veamos patrocinadores y colaboradores:
Folleto oficial de La lengua leonesa en la sociedad actual. Única entidad, la propia Cátedra de Estudios Leoneses. Ningún departamento o institución más, ni siquiera el Departamento de Filología Hispánica.
Folleto oficial de Patrimonio y cultura agraria, visión multidisciplinar. Se implican el Ayuntamiento de Gordoncillo, Museo de Industria Harinera de Castilla y León, Bodegas Gordonzello y el Departamento de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras.

Las diferencias son más que notorias. Y si hacemos un repaso de cualquier otro curso de verano de la ULE apreciaremos que en todos hay departamentos e instituciones implicadas. Salvo en el de la lengua leonesa.

PROPUESTAS QUE YA SE HICIERON
Interesantes son los objetivos que se querían perseguir. El curso proponía analizar el leonés como lengua en la actualidad, y considerar unas propuestas para su didáctica en aulas, comenzando por los centros educativos no universitarios. Todo eso, al milímetro, ya se hizo entre 2007 y 2011 con las concejalías de Educación y de Cultura Leonesa, regidas por entonces por el leonesista Abel Pardo. Tres pedagogos impartieron durante ese tiempo una asignatura extraescolar de lengua y cultura leonesa. Las unidades estaban perfectamente articuladas y revisadas, y aunque en prensa apareció como que en los colegios leoneses se estaba impartiendo leonés, en realidad el aspecto de la lengua era uno más de todos los abordados como historia, cultura, música, tradiciones...campos todos que precisamente quiere abarcar esta Cátedra de Estudios Leoneses.
Fuente: leonoticias.com
En cuanto a la normalización de la lengua, si bien no había una propuesta de gramática de modo oficial, sí que se dieron pasos importantes hacia ello. La gran oposición generada no solo por partidos políticos, determinados medios de comunicación e incluso el ataque visceral de los mismos colectivos que ahora se presentan como salvaguardas de la lengua leonesa, hizo que su desarrollo fuera muy dificultoso. Y a pesar todo, se lograron matricular nada menos que 200 personas y establecer una colaboración con la propia Universidad de León para que los que lo aprendieran tuvieran reconocidos créditos de libre elección curricular para sus títulos académicos.

Pero es que incluso algunos años antes, en 2001, se propuso un curso de Monitor de Lengua Leonesa dirigida por la Universidad de Llión, y con validez académica como título universitario (realmente el único hasta la fecha). De haberse mantenido el título, no consolidado por presiones internas de la propia universidad, tendríamos hoy en día graduados en educación con un título que les permitiera conocer la lengua leonesa, logrando así el objetivo marcado por este curso verano, y cubriendo la grave carencia que señalaba Rey. Dejo aquí una copia del mío.
El eco logrado por el conjunto de acciones fue tan grande que hasta la prensa foránea se hacía eco de los gigantescos avances hechos en la recuperación del leonés como algo vivo.
Fuente: atlantic-prau.blogspot.com
La respuesta de la ULE se reflejó en el libro El leonés en el siglo XXI, un conjunto de conferencias y mesas redondas organizadas por el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua (fundación propiedad de la Junta de Castilla y León) y dirigidas por Morala. Quien disponga del libro y compare el programa de este curso, apreciará que en esencia es exactamente lo mismo que se trató ahora, pero escrito hace 9 años. Aunque con un matiz clave: entonces se invitó a todas las asociaciones que existían sobre el tema, no sin gran oposición a la presencia de El Fueyu a pesar de que su representante era ex alumno de la ULE y diplomado en Filología por dicha universidad. Y la ponencia, muy amplia de Morala firmada junto a Egido, analizaba la propuesta de normativa leonesa y destrozaba, en el más amplio sentido de la palabra, el libro Cuentos del Sil publicado por El Fueyu. Es decir, desprestigiar todo lo hecho hasta entonces sin aportar alternativa alguna.

UNA NORMATIVA PROPIA, LA CLAVE
Volvamos a analizar esas promesas o deseos que se emitieron al inicio del curso. Para poder desarrollar la lengua leonesa como se debe (o como dicen que quieren hacer), hay que partir de dos elementos claves: por una parte, desarrollar una gramática propia e independiente. Como el reconocimiento de máximo nivel sería universitario, qué mejor que la propia ULE (ya que por razones desconocidas no se tiene en cuenta a la universidad salmantina) sea la que lo haga. Tiene personal formado, acceso a toda clase de documentación y capacidad investigadoras así como prestigio internacional. Sus nombres: José Ramón Morala, María Cristina Egido y/o Janick Le Men. Con tan solo tres nombres bastaría para iniciarlo. Y su elaboración sería muy rápida, no más de un año.
Lo siguiente sería el diccionario de la lengua leonesa. Y eso sí que casi está hecho. La obra de Le Men, Léxico del leonés actual, recoge un número amplísimo de voces leonesas, aunque solo de la provincia de Llión. Sumar las de Zamora y Salamanca no sería mayor problema. Tras ello, un proceso de depuración para reflejar finalmente las que son verdaderamente leonesas y no castellanizadas, obtendríamos la nada despreciable cantidad de más de 80.000 entradas (según cálculos propios) entre léxico propio y tecnicismos.

A la suma final podríamos añadir el mundo asociativo, el único que verdaderamente ha impulsado el asunto quitante la excepción del mandato de Abel Pardo en el ayuntamiento de Llión, podría ser tomado en cuenta, haciendo de esa normativa algo plural y a la vez académico.

¿REALMENTE HAY VOLUNTAD?
Todo es factible, falla la práctica. Le Men se autodescarta en muchos de estos temas aduciendo su origen bretón, aunque haya mostrado mucha mejor voluntad que otros. Tanto Morala como Egido sí que se han posicionado, y lo han hecho en contra. Vuelvo a citar el libro El leonés en el siglo XXI, donde no ahorraron toda clase de argumentos entre filológicos y opiniones personales acerca del proceso que se estaba llevando a cabo encabezado por el ayuntamiento leonés. En aquella ocasión, como ahora, no lanzaron ninguna clase de propuesta al respecto. De su ponencia desgrané bastantes cosas en otra entrada de mi blog que invito a volver a leer.
La otra parte serían las entidades culturales. Aquí conviene remarcar que existen dos tendencias, las que quieren una norma propia del leonés y los que no la quieren o quieren supeditarla a la normativa marcada desde la Academia de la Llingua Asturiana. Es sorprendente (quizás no tanto) que a dicho curso se invitara única y exclusivamente a las que apoyan esta última corriente (Faceira, El Teixu y Furmientu) excluyendo al resto. Furmientu, asociación zamorana que ha estudiado los diferentes dialectos en dicha provincia, se posiciona contraria a establecer una norma para el leonés argumentando que implicaría la pérdida de la riqueza dialectal que posee. El Teixu, dirigida por Fernando Álvarez-Balbuena, dedica sus energías a las cuestiones toponímicas dada su experiencia como miembro de la Xunta Asesora de la Toponimia de Asturias. Ni qué decir de sus más que amplias participaciones en todo lo que se relacione con el asturianismo lingüístico tanto desde el mundo asociativo como de la propia ALA.

Finalmente Faceira, que publicó Guía gramatical del leonés. Sus autores son el antes citado Fernando Álvarez-Balbuena y Héctor García Gil, filólogo de origen leonés con amplia participación en los movimientos nacionalistas asturianos. Para el ojo inexperto, se trataría de una gramática, pero no es así. Leyéndolo con atención, y conociendo la gramática asturiana, apreciamos que se calca la misma en prácticamente todo: modelos de conjugación verbales, conservación de todos los grupos cultos latinos, soluciones gráficas para el pachuezu con esa ll con un punto debajo (rechazadas por sus hablantes y escritores) y el leonés oriental (ídem que lo anterior con una h con un punto inferior), uso del neutro de materia asturiano (inexistente en suelo leonés), e incluso se proponen otras soluciones gráficas para fenómenos tan minoritarios (y poco acertados) para modalidades de Furniella, Omaña y el Valle Gordu, que no hacen sino complicar la imagen del leonés.
Fuente: wikigeek.net
Los representantes de estas asociaciones deberían, por coherencia, tomar esa obra referente para sus intervenciones, al menos en las escritas. Pero ninguno lo hace. Un ejemplo muy reciente de tantos lo tenemos con un texto publicado en Diario de León de uno de sus miembros, Alberto Flecha Pérez, donde directamente escribe un texto en asturiano, precisamente hablando de este curso universitario, y en el que reniega de todas y cada una de las propuestas de ese libro, añadiendo errores gramaticales incomprensibles como los acentos: "sinon", "contóron", "respondíeu-y"... El remate lo pone la frase final a modo de apostilla en que dice "cola corrección y ayuda inestimable de Nicolás Bartolomé", nombre correspondiente al máximo representante de Faceira y a quien se le supone un conocimiento del leonés, o al menos así se nos presenta. O bien Bartolomé están en contra de su propia guía o bien reconocen de modo implícito y explícito lo disparatado de las propuestas.

MÁS DE LO MISMO
Recapitulemos:

  • Se organiza un curso de verano con gran revuelo mediático porque asistía el consejero de educación de la junta. Ninguna de las conferencias antes impartidas tuvo tanto eco.
  • La Junta de Castilla y León, que no da absolutamente ningún paso en favor de renormalizar la presencia de la lengua leonesa en nuestra sociedad, dice que quiere elevar el asunto al máximo reconocimiento universitario aunque no explica qué entiende por tal. 
  • El director de la Cátedra de Estudios Leoneses, posicionado en diversas ocasiones contrario a todo proceso normativo, pretende llevar a cabo lo expuesto por el consejero.
  • A pesar de desarrollar un ciclo de conferencias propio, la Cátedra de Estudios Leoneses no abordó el tema de la lengua leonesa en dicho ciclo sino que lo reservó para el verano.
  • El curso no se respalda por departamento o institución alguna salvo la propia Cátedra, al contrario que sucede con el resto de cursos de verano.
  • Las asociaciones allí invitadas son contrarias a un proceso de normalización lingüística para la lengua leonesa si no es para hacerla dependiente del bable, cayendo en la incongruencia de renegar incluso de sus propias propuestas ortográficas y gramaticales.

¿Es necesario explicarlo más?