mayo 24, 2018

El asturiano y su posible cooficialidad frente al caso de la lengua leonesa

En Asturias se lleva hablando de poco tiempo para acá de una posible "oficialidad" (no hay que confundir cooficialidad con oficialidad) del asturiano como lengua. La cosa no es una rumorología cualquiera, nace de una propuesta, no consolidada todavía, del PSOE -partido que gobierna la comunidad vecina- y que estaría apoyada por Podemos y Foro Asturias. En su contra estarían PP y Ciudadanos. A tal grado de posibilidad tangible ha llegado el tema que Xunta Pola Defensa de la Llingua Asturiana organizó una manifestación en Ouviéu para reclamar su oficialidad.

En el País Leonés somos muchos los que apostamos por una lengua leonesa que recupere su dignidad en uso social y administrativo, no solo por ser nuestra seña identitaria más visible sino porque es una parte fundamental de la cultura leonesa. También veo, no sé si pecando de ilusión o por puro desconocimiento (ambas cosas) que reclaman la oficialidad del leonés como el que pide otras cosas. Con el caso asturiano los leoneses tenemos una oportunidad de oro de cómo se fragua (o podría fraguarse) una oficialidad lingüística, y aprender sobre sus errores. 

¿QUÉ SE HA LOGRADO EN ASTURIAS?
Desde su reconocimiento en el primer estatuto de autonomía asturiano, el bable ha ido evolucionando social y administrativamente por derroteros varios. Aunque todos han ido convergiendo poco a poco en un estatus administrativo y filológico consolidado de tal manera que el paso natural siguiente sería la cooficialidad.

Situación de reconocimiento administrativo
El asturiano es utilizado por las administraciones locales y autonómica con relativa frecuencia, si bien su uso se concentra fundamentalmente en áreas como cultura, fiestas o juventud. Depende más de la voluntad del equipo de gobierno. Se puede emitir documentación en asturiano para dirigirse a la administración y viceversa, tanto a nivel municipal como autonómico (algo menos), pero no estatales, pues no es lengua cooficial. Aunque hay cierto limbo legal de incertidumbres en su aplicación, se solucionaría de raíz con la cooficialidad.

La mayoría de concejos asturianos tienen aprobado un plan de nomenclator toponímico de sus localidades y hasta de calles. Recientemente la propia capital de Oviedo aprobó el suyo. Hay casos donde se incluye la rotulación de calles o edificios emblemáticos como en Xixón. 

 Fuente: La Nueva España.

Situación educativa
La oferta de centros públicos con la materia de llingua asturiana es relativamente abundante, la última cifra oficial nos dice que el 98% de los centros públicos de primaria ofertan la materia, mientras que en secundaria el dato baja al 70%. Para el curso 2018-19 se pretende introducir un plan piloto en cinco colegios para hacer la educación bilingüe en castellano y asturiano, siguiendo un modelo similar al de las comunidades con idioma cooficial propio. Se hará donde el porcentaje de alumnos matriculados en asturiano supere el 75%, y solo a modo experimental.

Situación científica y académica
la Universidad de Oviedo tiene su área propia acerca del asturiano, aunque integrada dentro del Departamento de Filología Española, y emite un título propio de Experto en Filología Asturiana, que es más bien una especialidad enfocada para los titulados en Educación para impartir las asignaturas de asturiano en colegios. Existe la Academia de la Llingua Asturiana, institución que regula e investiga el asturiano, con un ámbito geográfico delimitado al Principado de Asturias y supervisado por el Gobierno del Principado. No tiene carácter oficial ni sus decisiones ni sus informes, pero sí son pertinentes y a tener en cuenta para todos los temas relacionados con el asturiano.

Reconocimiento internacional
El asturiano a nivel internacional está reconocido como idioma, con un código ISO propio, el 639-2 ast y el 639-3 ast. Aunque bajo ese epígrafe también se incluyen, además del obvio bable, las denominaciones de leonés, asturleonés, pero, cuidado con el dato, no el mirandés. Eso quiere decir que a efectos de catalogación internacional, el leonés y asturiano son lo mismo pero el mirandés no, aunque estén integrados dentro del mismo grupo romance, dado que el mirandés tiene otro código ISO, el 639-3 mwl. El cómo se ha logrado es gracias a la posesión de una gramática, refinada y depurada tomando de base la variante central del bable, que es la que más gente conoce, y generando literatura en ella.

Situación social
Socialmente, incluso entre los más reticentes a la "oficialidad", se reconocen como mínimo una serie de particularidades léxicas y fonéticas que son las que marcan al habla asturiana tanto interna como externamente como elemento identificativo. Incluso expresándose en español, a casi nadie se nos escapa distinguir a una persona originaria de Asturias (fundamentalmente de su región central) por su acento y morfología gramatical.

LAS SOMBRAS DE ESE PROCESO
Con esta base, sería factible plantear un proceso de cooficialidad. Pero todos esos puntos tienen muchos aspectos en contra, algunos tan importantes como la aceptación social. Y, sobre todo, qué resultado tendría a la hora de consolidar y garantizar la pervivencia del idioma asturiano.

Situación administrativa
Como indicaba antes, el uso del asturiano es relativamente frecuente en las administraciones, pero circunscrito a áreas muy concretas (juventud, fiestas o cultura), convirtiendo a la lengua en un elemento más folklórico e incluso de marca diferencial para determinadas etapas vitales que un vehículo real de comunicación. Eso se palpa de un modo más claro viendo la TPA, televisión pública que reserva el asturiano a programación infantil (unos pocos programas) y algún programa de carácter popular. La radio se muestra un poco más generosa, aunque sin excesos.
Fuente: web RTPA
No existe una verdadera voluntad por parte de partido alguno de llevar más allá la práctica del bable por ejemplo en la rotulación exterior de edificios; la excepción de Xixón se debe más a un anterior gobierno socialista y su herencia que a una voluntad continuada de varios partidos. Y ojo: la rotulación bilingüe es para señalizaciones competencia municipal o autonómica, nada de señales en administraciones superiores.

Otro factor que demuestra que en lo administrativo queda muchísimo por andar es la emisión y recepción de documentos oficiales en asturiano: del lado de concejos o gobierno autonómico la emisión de los mismos es muy bajo y se localizan en áreas muy concretas y/o en equipos de gobierno muy concretos. Los movimientos asturianistas, incluyendo a la propia Academia de la Llingua Asturiana, han denunciado en repetidas ocasiones el rechazo y silencio administrativo ante documentos escritos en asturiano. Cruzando la línea hacia la administración estatal la cosa es de monolingüismo absoluto del castellano, algo que por otra parte tampoco es incongruente si tenemos en cuenta que el bable no tiene rango de cooficialidad.

Toponimia
Aunque exista un organismo regulador de la toponimia dependiente de la Academia de la Llingua Asturiana, sus decisiones no siempre cuadran con la opinión o deseo de los habitantes afectados. El caso no siempre es fácil, baste contemplar el ejemplo de Oviedo, cuyo topónimo en asturiano ha variado entre Oviéu, Oviedu, Uviéu y Uvieo. La cuestión llegó a generar un agrio debate en el que flotaba también el modelo de normalización para la lengua asturiana.

La implantación de esa toponimia en asturiano es muy dispar, y frente al caso de Xixón nos encontramos con otros como el concejo de Valdés, que paradójicamente fue el hogar de uno de los padres de la lengua asturiana, Fernán Coronas, también conocido como "Padre Galo". En Cadavéu (su lugar de nacimiento), y en general extensible a la práctica totalidad del concejo, quitando el cartel de su casa natal convertida ahora en museo, el asturiano brilla por su ausencia.
Fuente: propia.

Situación política
Tradicionalmente, la defensa de la lengua asturiana ha sido sostenida por partidos de izquierda, mientras que los de derecha se han mostrado entre opositores a reacios. La situación intermedia la ha jugado el PSOE, haciendo verdaderos malabarismos al respecto. Mención aparte son los partidos asturianistas, tanto de corte regionalista como nacionalista, que si bien han sido de ambas tendencias, su presencia pública ha sido exigua y casi testimonial. Dentro de los partidos de izquierda fue Izquierda Unida el más favorable, espíritu que quiere asumir Podemos, no sin ciertas ambigüedades también. La irrupción de un partido de corte regionalista conservador como es Foro Asturias, ha desequilibrado la balanza, pues en teoría también apoyaría un mejor estatus para el bable. Hay que tener en cuenta que en Asturias el pensamiento regionalista conservador cuenta con un gran número de adeptos y apoyos sociales. Otra cuestión es si hasta ahora ha sabido plasmarse en resultados electorales.
 fuente: twitter de Pablo Iglesias.
El hecho de que sea precisamente el PSOE quien lo proponga, y que cuente con el apoyo de Podemos pero también de Foro Asturias, genera un debate interno sobre cuál será el siguiente paso y qué hacer en él. A nadie se le escapa que la propuesta suena más a globo sonda que a planteamiento serio, y siendo un poco inteligente cualquiera percibe que detrás de todo esto no está la pervivencia del asturiano como lengua sino el rendimiento electoral de cada a unas próximas elecciones, en 2019, de las que ninguna fuerza contaría con mayoría absoluta: PSOE necesita demostrar compromiso con lo asturiano, Foro que son una fuerza asturianista, y Podemos que su modelo de estado plurinacional y plurilingüística va en serio y también se cumpliría en Asturias. En resumen, un órdago y a ver qué sucede.

Situación educativa
La amplísima oferta de centros que ofrecen bable como materia curricular requiere saber leer entre líneas: el dato contrasta con el número de solicitudes, que apenas cubren el 50% del total de plazas en primaria y el 15% en secundaria (datos de 2017). Es decir, la mitad de los niños no lo estudiarán y casi el 85% de adolescentes carecerán de contacto con ella en toda su etapa formativa. Las razones para estas cifras bajas y tan dispares son netamente sociológicas que veremos más tarde. Es más, hay concejos tan emblemáticos como Avilés cuyo número de matriculados es del 21% del total. En Oviedo la cifra baja todavía más.
fuente: El Comercio.
En la educación secundaria el desnivel es preocupante, no solo descienden ostensiblemente los alumnos matriculados, también los centros que lo ofertan, llegando a situaciones en que la demanda no llega a cubrir los mínimos de oferta para su impartición. Finalmente está la cuestión de los profesores de asturiano, la gran mayoría son de carácter interino que rotan por los centros y que además imparten clases en diversos centros a la vez, haciéndose poco atractivo laboralmente ser profesor de bable.

Situación científica y académica
Sería inimaginable que el departamento de lengua gallega o catalana se integrara dentro del de Filología Española, porque ambos idiomas no son lo mismo aunque compartan espacio geográfico y múltiples rasgos comunes. Sí sucede con el asturiano. Se quiere justificar en que académicamente no tiene rango de titulación universitaria como carrera pues no existe una "filología asturiana", aunque el hecho deja ver lo mucho que queda por andar en lo académico. Dentro de la propia institución universitaria ovetense hay sectores del profesorado contrarios a este departamento. Recordemos nombres tan míticos como Emilio Alarcos Llorach, que no escatimó calificativos despreciativos al respecto. Desde entonces, todo movimiento en favor del asturiano se ha encontrado enfrente con un sector social, que no es minoritario ni desde luego poco influyente, que ha atacado (y ataca) agresivamente los intentos de normalización y desarrollo del asturiano.
Fuente: imágenes google.
En otro lugar, está la Academia de la Llingua Asturiana, cuyas decisiones son consideradas como autoridad pero no tienen carácter vinculante. Además, aunque ha establecido una gramática y morfología de la lengua asturiana, su aplicación real en el Principado, y más en las zonas que quedan fuera del área lingüística del asturiano central, es muy irregular cuando no dispar.

Gramática, normativa y sociedad
Es quizás el aspecto más importante. Cuando nos referimos de la lengua asturiana hemos de hablar de lo que técnicamente se define como tal, y esto es la gramática y morfología establecida y regulada por la Academia de la Llingua Asturiana. Es el estándar, con su correspondiente código ISO. Es una norma netamente central, la que toma un modelo idealizado de bable hablado entre Ouviéu, Xixón y Avilés. Como positivo tiene que es la modalidad más hablada en Asturias, aglutina al 70% de la población de la comunidad, y es el reflejo exterior que más se identifica como propio del hablar asturiano.
Fuente: Academia de la Llingua Asturiana
La no identificación de los hablantes de modalidades no centrales lleva a situaciones tan surrealistas como tuve oportunidad de comprobar tras visitar el museo del Padre Galo: al hacer fotos del exterior un vecino del lugar me preguntó el motivo de mi visita. Al indicarle que era un leonés, le sorprendió que un no asturiano se preocupara por aquello, que calificó de "politiqueo". La corta pero intensa conversación me dejó algunas frases representativas, en particular una: "eso d'ehí... así no hablamos". 

Aunque se ha pretendido recoger las otras modalidades dentro de esa gramática, lo cierto es que con el tiempo la norma se ha concentrado en los fenómenos centrales a tal punto que se ha llegado a obviar el resto. En tal sentido, no hablamos solo del clásico plural femenino realizado en -es que es el rasgo más arquetípico, sino también del denominado neutro de materia, muy característico de la modalidad central, menos frecuente en las zonas orientales e inexistente en casi toda la mitad occidental. A ello se han añadido conservaciones en grupos cultos latinos así como fenómenos incoherentes con el sentido común y el habla popular, aunque filológicamente válidos, como no palatalizar la l- en determinadas palabras vía culta (logopeda), pero sí combinarlo con un fenómeno de fonema fricativo, esa letra x (lóxica).

A mayores habrá que señalar grafías desarrolladas para reproducir fenómenos fonéticos de modalidades como el pachuezu (con su ḷḷ) o de la modalidad oriental (), que en la práctica apenas se usan (particularmente en la zona leonesa de pachuezu, donde se considera una marca identificativa de los asturianos frente a la tradición propia de la ts), siendo suplido por un ts y j respectivamente.

Fuente: asturies.com
Cuestión final es el tema de lo denominado como a fala, o el gallego-asturiano. Se ha intentado normalizar un habla que en realidad es un elemento de transición entre el gallego y el asturiano, con más poso de una u otra lengua en función del lugar donde estemos. Lo que debería tratarse como un continuum lingüístico (como sucede entre lenguas de la misma familia), se ha convertido en un caballo de batalla para evitar posibles intromisiones del galleguismo y por ende de la lengua gallega en suelo asturiano. Imaginemos que a alguien se le ocurre desarrollar toda una gramática entorno al habla resultante de la mezcla entre asturiano y castellano. Sonaría ridículo, pero entre el gallego y el asturiano es lo que se está haciendo. El resultado es el empecinamiento en hacer una política (en el más estricto sentido de la palabra) entorno a una subnorma (pues intenta supeditarse como sea a la norma central asturiana) muy cuestionable.

Ninguno de los dos aspectos anteriores influiría en el proceso de oficialización del bable, pero sí que determina el cómo se va a desarrollar el idioma y en particular cómo se relacionará con las otras lenguas del dominio románico leonés, tanto del leonés como el mirandés. Teniendo en cuenta que tanto el asturiano como el mirandés caminan por sendas divergentes, hablar de una "misma lengua" es a todas luces un absurdo filológico.

LA SITUACIÓN LEONESA
La situación sociolingüística asturiana es muy diferente a la leonesa. Se tome la zona que se tome, no hay atisbo de comparación alguna entre ambos lados de la Cordillera Cantábrica. Si hacemos un paralelismo con los puntos antes expuestos, nos encontraríamos con este panorama:
  • No hay reconocimiento académico alguno. El leonés se considera un dialecto histórico que pervive en parte de nuestra geografía gracias al aislamiento geográfico de los focos de castellanizacióm. Lo que en otros lugares sería un filón científico, para las universidades leonesas carece por completo de interés.
  • El leonés figura en el preámbulo del estatuto de autonomía de Castilla y León, pero nada más, sin regulación, desarrollo o promoción.
  • No hay docencia en centro escolar alguno. Ni público ni privado. Los mínimos intentos hechos en el pasado, como sucedió con el ayuntamiento de Llión siendo concejal Abel Pardo, fueron criticados al extremo de la visceralidad incluso por aquellos que se presentan como defensores de la cultura leonesa. Lo más curioso es que en realidad jamás hubo clases solo de leonés sino que eran clases de leonés (en realidad léxico y muy poco más) junto con elementos de la historia y tradiciones leonesas. Por otra parte, si mañana se decidiera ¿Quién impartiría la docencia? ¿Con qué curriculum? Y lo más importante por mucho que se le quiera quitar importancia ¿Bajo qué norma? Seamos serios, este punto es clave y nadie quiere ni tocarlo.
  • La lengua leonesa carece de reconocimiento internacional. El hecho de que no posea ISO propio hace que su repercusión a nivel internacional se diluya bajo el epígrafe de asturiano. Aunque los defensores del hecho argumentan siempre una unidad lingüística, esa supuesta unidad está rota desde el primer día en que el mirandés tiene su propio ISO y se rige bajo otros parámetros académicos. Como un ejemplo de ello, el proyecto Endagered Languages, llevada a cabo por varias universidades estadounidenses, donde el leonés no aparece (porque es asturiano) sino que además suma como lengua aparte el mirandés. Lo mismo sucede con el Red Book of Endangered Languages de la Unesco. Tomen nota los que dicen que lo de la ISO no vale para nada.
  • Socialmente el leonés resuena pero el desconocimiento social es abrumador, incluso entre las personas que lo hablan sin darse cuenta. No se identifica al hablante de leonés, ni desde fuera y menos aún como individuo a sí mismo, ni siquiera en situaciones de lengua española. Entre los emigrados leoneses sí que cala el aspecto del acento, algunas cuestiones de vocabulario...y muy poco más. Que disponiendo de una gama de escritores leoneses en castellano de altísimo nivel (Mateo Díez, Andrés Trapiello, Antonio Colinas, Gamoneda, Julio Llamazares, etc.) ninguno haya mostrado ni el más mínimo interés por la lengua leonesa, ni siquiera desde un aspecto meramente de curiosidad (cuando no han mostrado en algunos casos frontal rechazo), denota a qué punto de desprecio social nos enfrentamos. Sí que hay que señalar un cierto despertar a nivel popular, aunque sea en forma de chistes, con algunas expresiones y léxico que bajo influencias claramente castellanizadas, apuntan sin embargo a ciertos leonesismos.

Fuente: imágenes google.
  • La normativa sobre la lengua leonesa, aunque apunta a formas generalizadas, todavía está en proceso de generación. Por un lado hay quienes quieren desarrollar una subnorma del asturiano (a efectos prácticos igual que lo del gallego-asturiano pero en versión leonesa) en que la diferenciación venga del léxico mientras que en lo gramatical e incluso los grupos latinos cultos sean idénticos a la norma de la ALA. Los hay también que ni siquiera lo ven necesario, sino que apuestan por un mantenimiento de modo muy genérico de lo que se quiere denominar "patrimonio lingüístico", algo tan ambiguo como de nulo recorrido. Y en última instancia hay quienes con más o menos fortuna quieren desarrollar (y me incluyo yo) una norma propia e independiente en todos los aspectos. Estas divergencias tan tangenciales jamás sucedieron en Asturias o Miranda donde siempre se partía en ver lo propio como algo independiente, debatiéndose solo los aspectos secundarios. Los resultados están ahí: los unos se reconocen internacionalmente, y el otro no existe.
Es materialmente imposible ni a corto ni a medio plazo, una oficialidad, cooficialidad o cualquier otro grado de reconocimiento mientras no se solventen esos seis puntos anteriores. Comenzando por el último. Si se quiere, de verdad, la oficialidad de la lengua leonesa, todo eso debe cambiar, pero en un país de cainitas donde la política de tierra quemada y del "quítate tu pa ponerme yo" es la norma, dar pasos en alguna dirección es materia harto dificultosa.

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